viernes, 20 de junio de 2014

Pasar página



Quedarte estancada en tu página del libro favorita, no querer seguir leyendo por miedo a que te decepcione lo que acontece, pero morir de ganas por comprobar lo que sucede después de aquellas líneas que te hipnotizaron que te hicieron leerlas una y otra vez.

Qué complicado es seguir respirando cuando siento tu aliento en mi pelo. Qué complicado es seguir andando cuando se que me estás mirando. Qué complicado es seguir hablando cuando se que estás escuchando. Qué complicado es mirarte y que no me mires más. Qué complicado es quererte y no saber que piensa tu corazón. Qué complicado es obligarme a olvidarte sin querer hacerlo.

Pasar página cuando quiero, cuando lo siento, y que el viento me haga retroceder al punto de siempre, que no me deje leer mi propio libro, que no me deje aprender, imaginar, vivir nuevos relatos, que me tenga que recrear en lo que pudo ser, en una simple línea que acontece una hoja en blanco que no se llegó a escribir, que no quisiste escribir, que preferiste dejar el final abierto a tu conveniencia.

Ser fuerte para almacenarlo en la estantería, dejar que coja polvo y recordarlo cuando sea feliz, cuando aprenda a vivir sin ti, cuando empiece a quererme a mi y sea capaz de no sentirte, de no pensarte, de no soñarte y anhelarte. Cuando deje de echarte de menos y recupere las lágrimas y suspiros que me provocaste.

A un lado de Madrid. 2014



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