domingo, 20 de julio de 2014

Cinco Letras



MIEDO. Adjetivo descriptivo de un sentimiento difícil de expresar con palabras, pero que a su vez, concebimos de diferente manera y al que se le atribuyen conceptos muy diversos. Puedo considerarme una persona miedosa por la gran cantidad de miedos que me invaden.

Tengo miedo a las alturas, tengo miedo a las mariposas, miedo a la soledad, la muerte, a los primeros pasos y al cambio, incluso tengo miedo al futuro. Suelen ser miedos que me acompañan durante años, cobardica de mí aún no he conseguido superarlos, igual no he querido superarlos. Es fácil vivir con miedos en los que te puedes tapar bajo tu edredón y cerrar los ojos llorando hasta que pase. La adrenalina de enfrentarlos de momento no corre por mis venas. Ultimamente en estas semanas son otro tipo de miedos los que siento, miedos hasta ahora completamente desconocidos más allá de las páginas de los libros o de las cintas de cine que reproduzco las tardes melancólicas de cualquier estación del año. Miedos que sobrepasan tus huesos, tus músculos y se alojan en tu alma. Quizás sea algo exagerado, quizás sea algo dramático, pero así son los miedos. Exagerados, dramáticos.

Tengo miedo a que no contestes un día mis mensajes, tengo miedo a no poder coger nunca tu mano, tengo miedo a que apartes la vista el día que nos veamos. Me da miedo que un hasta pronto se convierta en un adiós. Tengo miedo a que la ilusión se convierta en indiferencia, miedo a no poder compartir contigo las cosas cotidianas de la vida. Miedo a que la distancia haga el olvido. Miedo a que esto caiga, a llegar a la rutina, a no viajar a tu lado, miedo a no crecer y cumplir tus ilusiones, tus expectativas. Pero, ¿sabes lo que me aterra realmente? que no podamos hacer realidad los sueños.

El tiempo es lento. No quiero correr, no quiero pensar en el futuro, porque me asusta, me aterra, me bloquea, me crea un nudo en el estomago que empaña mis ojos y los llena de lágrimas.

Ahora es todo tan diferente desde que estás tú... ha cambiado tanto... han cambiado mis miedos, pero también mis ilusiones. Si esto ha ocurrido en décimas de segundo, estoy segura que lo que viene seguirá sin dejarnos indiferentes. Deseo, ansío, espero que el tiempo avance, que las hojas del calendario caigan por su propio peso, que las tachemos en una cuenta atrás para poder sentirte respirar de nuevo.

Seré miedosa, mucho,  pero tu me has enseñado que en la vida hay que ser valiente. Miedos o inseguridades van a invadirnos en muchas ocasiones pero hay que saber gestionarlos para dar lo mejor de uno mismo y enfrentarnos a las situaciones con una actitud positiva y esperanzadora, recurriendo a la lógica, sintiendo con el corazón y confiando en que puedes resolver toda situación que se pose en tu camino y que sino perderse y dejarse caer cuesta abajo nos lleva al mar y allí tan solo hay que frenar y nos encontraremos. Por lo que, de qué me sirve tener miedo ahora si se que estás ahí.

Como decía una película americana que vi recientemente y que para mi gusto, cinematográficamente hablando, no puede catalogarse de excepcional, pudo despertar en mí algo cuando oí aquella declaración de chico conquista a chica. Quizás sea una declaración como otra cualquiera, lo que no pasa indiferente de estas frases es el sentimiento que despierta en el espectador. Este cumulo de afirmaciones y contradicciones debatidas entre el corazón y la lógica que forman parte de nuestro día a día, bueno no, no son tan típicas, o sí.
"No se mucho acerca de relaciones, definitivamente no se nada acerca del amor, no puedo creer que hable de él como si lo conociera. No lo hago. Todo lo que quiero en el mundo, es tan sólo seguir hablando contigo. Quiero saber cómo estuvo tu día, dónde te apetece comer, quiero discutir contigo. Y quiero oír todas tus teorías, incluso aquellas que estén completamente.... ya sabes, equivocadas. Y sé que no es tan simple. No lo sé, sólo lo pienso... No, realmente pienso que si tan sólo desearas continuar teniendo esta conversación conmigo, entonces podríamos descifrar el resto.
The First Time. 


Valencia, Julio 2014 (by: M.B.P.)


2 comentarios:

  1. Me quedo con las últimas líneas. Siempre tan tú, un tú muy yo.

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    1. Sobran las palabras con un comentario así. Cuanto me conoces pequeña estrella.
      Un tú muy yo.

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